Señala alguna área que genere división en tu matrimonio, y aprovecha hoy una nueva oportunidad de rezar por ésta. Pídele al Señor que te revele cualquier cosa que haya en tu corazón y esté amenazando la unidad con tu cónyuge. Reza para que Él haga lo mismo con tu pareja. Y si lo consideras apropiado, discutan esto abiertamente, buscando la unidad en Dios.
Si cada quien tira por su lado, dificilmente venceremos contra la división. Y un matrimonio que no está unido no creará una familia unida.
Es necesario hablar, platicar, hacer frente común, tener metas conjuntas y no sólo metas individuales. Y no dejar pasar nada que pueda afectar o vulnerar nuestra relación.
Padre Santo, guárdalos en ese Nombre tuyo que a mí me diste,
para que sean uno como nosotros.
Juan 17, 11b
1 comentario:
¡Tere de verdad te felicito!
Tu eres muy buena consejera matrimonial. ¡Felicidades!
Besos
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