jueves, 2 de agosto de 2012

CÓMO SE ASOMBRA A LA GENTE



David Doubilet es un fotógrafo y periodista cuyas fotos del mundo submarino silente, pueden convertir hasta una horrible criatura marina de ojos saltones en una adorable y luminiscente obra de arte. Aunque ha recibido muchos honores por su trabajo, también lo han criticado los ambientalistas por no hacer más periodismo de crítica. Quieren que tome fotos de peces muertos, playas sucias, y océanos contaminados.
Pero Doubilet cree que hay una mejor manera de lograr que la gente cuide el medio ambiente. En vez de demostrar la destrucción que los humanos están causando, muestra la belleza que Dios ha creado.
Algunos cristianos parecen creer que la forma de mejorar nuestro medio ambiente espiritual es señalando todo el mal que hay en el mundo.  Pero Jesús nos mostró un camino mejor. Aunque nunca subestimó el pecado (Mateo 15:18-20), dijo a sus seguidores antes de ir a la cruz: "En esto conocerán todos que son mis discípulos, si tuvieran amor los unos con otros" (Juan 13:35). 
Somos testigos mas eficaces cuando nos convertimos en retratos de la belleza que Dios está creando en nosotros cuando nos limitamos a pintar un cuadro desolado de la degradación humana.
“Al final –dice Doubilet- lo mejor que uno puede hacer es asombrar a la gente” ¿Y qué puede ser mas asombroso para el mundo que cristianos que verdaderamente se amen unos a otros?
--JAL

Tomado del folleto:
NUESTRO PAN DIARIO
Edición especial, pag. 2

sábado, 7 de julio de 2012

LOS PUNTOS SOBRE LAS ÍES


YO NO VOTÉ POR LÓPEZ OBRADOR
Me pareció justo y prudente comenzar mi escrito con estas palabras, para que quede clara mi intención. Y no es para deslindarme del candidato izquierdista, sino para poner en claro que lo único que guía mis palabras es la búsqueda de la legalidad y la justicia. Y aunque he tenido mis reservas acerca de las "virtudes y cualidades", de Andrés Manuel, desde muy joven aprendí que debemos perseguir la justicia sobre todas las cosas. Todos sabemos que el PRI compró votos. No digo que no haya priistas de corazón que creen en los ideales y que apoyan por convicción, pero eso no nos debe de nublar la vista a nadie, ni a ellos mismos. Se compraron votos y hubo una participación inequitativa en propaganda y difusión en los medios masivos. Hay pruebas que señalan el contubernio con Televisa y decenas de videos en youtube que demuestran las transas realizadas. Sé que muy probablemente me arrepentiría después si López Obrador hubiera resultado ganador. Pero me gustaría dejar claro que no se trata de AMLO, se trata de esa justicia que se supone debemos perseguir, exigir y practicar.
Si en cosas menos importantes los tramposos son castigados ¿por qué en algo de suma importancia como la presidencia de un país, son solapados, encubiertos, protegidos y casi venerados por "su astucia" al engañar?
He escuchado comentarios de personas que votaron por el PAN, que dicen que "ahí la dejemos, que es menos peor el PRI que AMLO", mientras que en otros casos, incluso dos personas que son panistas, es decir, trabajan para el PAN, se han dedicado a denunciar y a luchar por señalar el engaño al que fuimos (y parece que seguiremos estando) sometidos muchos mexicanos.
Yo al final de todo, no creo que sea cuestión de preferencias partidarias, creo que es cuestión de moral y ética. En lo personal, no me sentiría bien conmigo misma si simplemente dijera: "ay, no ganó quien yo quería; bueno, pues no importa si el otro hizo trampa, total ¿qué mas da?"

ABOGADA DEL DIABLO
Así me he sentido en algunas ocasiones cuando me pongo a defender la causa del "perdedor". Sé que, si en una remota posibilidad, resultara ganador el que hoy pierde, habría muchas cosas por las cuales lamentarse sobre sus políticas y manejos del gobierno. Por eso repito: no estoy defendiendo a López Obrador, estoy tratando de exponer mi punto de vista y tomar el lado de la legalidad. No puedo quedarme callada ante aquel que obtuvo lo que quiso por medio de trampas.


NO CONFUNDIR LA GIMNACIA CON LA MAGNESIA
El respeto ante todo. Es algo que nos cuesta mucho trabajo manejar. Parece que nos cuesta entender que de la misma manera que nosotros tenemos nuestras preferencias, también otros las tienen, y aunque estemos seguros que nosotros perseguimos la legalidad, habrá que entender que el de enfrente también está seguro de lo mismo. Por eso creo que debemos de manejar siempre las cosas con respeto y consideración, cuidando nuestra dignidad, pero al mismo tiempo la dignidad del otro.
Me he cansado de leer muchísmos mensajes, comentarios, bromas, frases, que en muchas ocasiones son divertidas, informativas, etc. pero también las hay que ofenden, insultan, denigran y acusan a quienes tal vez, no tienen nada que ver en el asunto. Yo creo que no es justo. Repito: conozco personas que se inclinan hacia cualquiera de estos tres partidos políticos, los más importantes digamos, y todas ellas son personas juiciosas, honestas, trabajadoras, con valores morales y éticos, que comprensiblemente se sienten ofendidos si se les ataca de manera general diciendo "toooooodos los priistas son . . . . o tooooodos los perredistas son . . . . o tooooodos los panistas son . . . . "  Eso es una falta de respeto y una falta de objetividad por nuestra parte. Creo que ser objetivos debería de ser una meta a perseguir, porque nos permite ver aciertos y errores en nuestra persona y en nuestro vecino.

TODOS SOMOS DEL MISMO BARRO
Hay cosas que no cambian, o que por lo menos, no deben cambiar. La gran mayoría de mis amigos, familiares y conocidos mexicanos son cristianos, así que supongo entenderán lo que quiero expresar al decir que no podemos olvidarnos de ésto solo porque hablamos de política. Así que no se vale eso de andar terminando amistades, peleando con familiares, insultar a amigos queridos, etc. Discutir sí, exponer puntos de vista también, pero terminar amistades, enojarte con ellos o mezclar cosas convirtiéndo tu cariño de años en rencor, dejando salir las frustraciones actuales o -del otro lado- teniendo sentimientos triunfalistas y humillando o burlándose de quien hoy está del lado de los perdedores, no creo que hable muy bien de nosotros como cristianos.
A mí me enseñaron que ser cristiano no es como tener un abrigo bonito que lo sacas cuando estás de buenas, cuando quieres presumirlo o cuando sabes que los demás van a lllevar abrigos parecidos, como si fuera un uniforme. Y que, cuando no te conviene, lo dejas en casa para que no se maltrate o para que no te estorbe si se arma la discusión acalorada.
No podemos darnos el lujo de olvidarnos de lo verdaderamente importante en nuestras vidas, porque al fin y al cabo, ese sentimiento de justicia y de legalidad que decimos tener, debe ser obra e insipración de AQUEL que se ha preocupado por guiarnos y enseñarnos esas virtudes por medio de SU PALABRA.

CERRANDO FILAS
Esto es una cosa super dificil de hacer, pero no imposible. Por lo menos yo, me comprometo a hacerlo. Ya lo había expresado en mi muro del FB: voy a cerrar filas con quien resulte ganador , cuando sea oficial ya no habrá mucho que hacer. Pero no voy a cerrar los ojos y estaré pendiente, junto con esa sociedad que no durme más bajo la cobija de la indiferencia.
Criticar sí, insultar no. No me gusta el presidente que hasta ahora parece ser el elegido, pero aparentemente a muchos en el mundo tampoco, así que supongo que no estaremos solos. Pero, a diferencia de otros, yo sí entiendo que a la envestidura presidencial hay que tenerle respeto, y a diferencia de otros que conocí que además de todo eran maestros, yo no me referiré a nuestro presidente con apodos y palabras ofensivas. Lo dejo escrito para mí y para mis hijas, y para todo aquel que quiera comprobarlo y refutarlo si en algún momento me doy "un resbalón" y se me olvida mi compromiso.


A TÍTULO PERSONAL
No soy perfecta, tengo muuuuuuchos defectos, pero he tratado de enseñarle a mis hijas que las cosas se deben hacer con honestidad, que muchas ocasiones en más fácil hacer transas, engañar y saltarse las reglas, pero que no lo debemos hacer así. En muchos momentos nos ha ido mal, hemos perdido, nos han dejado al final, nos hemos quedado sin el regalito que ellas querían, solo por hacer fila y esperar nuestro turno, mientras  otros vienen, se cuelan y se saltan las reglas con prepotencia. Muchos dirán que somos tontos, pero cuando verdaderamente recibes las cosas por justicia, por merecimiento, porque te lo ganaste e hiciste las cosas bien, esa satisfacción, no la tienen los tramposos.
Tú, ¿qué le estás enseñando a tus hijos?

viernes, 22 de junio de 2012

UN CONCIERTO INOLVIDABLE

Ayer, después de 13 años de no ver a Martín Valverde en concierto, pudimos por fin reencontrarnos con su música, su carisma y sus palabras. Cada vez que escucho a este hombre, es realmente una bendición.
Conocí a Martin hace unos 22 años y me da un gusto enorme ver la manera en la que ha crecido, ha evolucionado sin perder su escencia. Escuchar sus plabras frescas, directas, sencillas, es lindo porque no hay riesgo de extraviarse, de malentender, de interpetar diferente. Es por eso que arrastra multitudes de jóvenes.
Hubo algo que me llamó la atención de manera especial: cuando conocí a Martín, llenaba teatros y auditorios igual que ahora, pero en aquel entonces la mayoría -digamos que un 90% - de los asistentes eran jovenes igual que él, igual que yo. Ahora, veintitantos años después, la audiencia se ve significativamente "cambiada". Sigue habiendo muchos jovenes en efecto, pero el porcentaje de gente adulta, personas de la tercera edad y hasta niños es evidente.

Quiero suponer que aquellos que comenzamos a serguir a Martín desde sus inicios, hemos permanecido fieles al gusto por escucharlo y mas aún, hemos incluído en esa cita ineludible con su música, a nuestros hijos.
Ésta vez le tocó solo a la mayor de mis hijas, la cual estuvo la mayoría del tiempo atenta a lo que pasaba a su alrededor, pero que no aguantó la duración completa, una lástima; para cuando nos tocó cantar LA PANCITA DE MAMITA, ya estaba cansada y un poco malhumorada, de poco sirvió que recordara la manera en que ella y su hermana la cantaban cada noche antes de dormir cuando eran más pequeñas.
Gracias Martín, vuelve pronto.

jueves, 14 de junio de 2012

VAMOS TOMANDO POSICIONES




Durante dos meses y medio hemos sido bombardeados y también hemos bombardeado desde nuestras trincheras con un sinfín de publicidad política a favor y en contra de distintos partidos y candidatos.  La gran mayoría de las veces han sido cosas muy cómicas, haciendo gala de los comentarios chuscos y hasta burlones como solo los mexicanos sabemos hacerlo. Hemos sido testigos de grandes giros en las preferencias electorales, y de un montón de artimañas a las que han recurrido los partidos políticos para hacernos creer lo que ellos quieren hacernos creer.


Durante este tiempo, personas como Enrique Peña Nieto se han encargado de hacerse el harakiri solito y su alma con el tropezón que tuvo con los estudiantes de la IBERO. 








Hemos visto cómo Josefina Vázquez Mota ha perdido hasta la compostura tratando de recomponer el camino que perdió desde que incluyó en su gabinete a una persona tan nefasta como Molinar Horcasitas. 




  



Hemos sido testigos del cambio amoroso de Andrés Manuel López Obrador, un cambio que no es al 100% porque de repente se le olvida el script y retoma su actitud desconfiada de siempre, su sospechosísmo barato, y su paranoia poniéndose a la defensiva y argumentando que si no gana, es porque hubo fraude, desestimando desde ahora la decisión de los mexicanos que seremos unos ignorantes y traidores si no votamos por él.

Debo decir que estoy plenamente consiente de que la verdad no existe, no convive con ninguno de estos tres políticos contendientes. Todos deberíamos saberlo. Quienes lo nieguen estarán negando la esencia misma de los políticos. Quien me diga que su candidato o su candidata es 100% honesto, seguro vive en fantasyland o algo por el estilo o de plano ya perdió la chaveta. Para mí, esta ha sido la ventaja de no pertenecer ni estar comprometido con ningún partido político: que puedo tratar de ser objetiva, pues nadie me da nada a cambio de mi favor electoral, de mi propaganda, de mi preferencia. No recibo regalos, ni beneficio alguno.

Dentro de mis amistades, hay quienes tienen preferencia por cada uno de los diferentes candidatos a la presidencia; por tal motivo, y porque todos sabemos que la política es uno de esos temas ríspidos que se deben evitar habitualmente, he limitado mis comentarios y mantenerme lo mas posible en un ambiente mesurado (fuera de los chistes, que se que no a todos le caen bien). Me parece que si nos llenamos la boca de pedir y hasta exigir respeto hacia nosotros, lo mínimo que podemos hacer es respetar también a los demás y ser mesurados y considerados con la susceptibilidad de los amigos, amistades y familiares que no piensen como nosotros.



 Debate sí; insultos, ofensas y soberbia no.






Tal vez estoy haciendo mal al decir lo que voy a decir a continuación, tal vez habrá quien se rasgue las vestiduras y me diga que hago mal al “mezclar” dos temas que ya de suyo son difíciles individualmente, pues cuantimás si me atrevo a juntarlos, pero la verdad, no sé cómo sepáralos uno de otro. Es decir, mis principios morales, los que he aprendido a lo largo de mis años conociendo acerca de Dios, lo que nos pide, lo que debemos practicar en nuestra vida diaria, no lo puedo sustraer de ella precisamente. Y parte de mi vida, lo forma el gobierno de mi país y las decisiones que éste toma. Yo aprendí de un gran hombre llamado David Barbosa, que la justicia social es algo que debemos perseguir siempre como buenos ciudadanos; que debemos velar, desde nuestro espacio, por la libertad, por la justicia, por la equidad, por el respeto; y también aprendí de él y de otro extraordinario ser humano llamado Humberto Sánchez, que no solo debo pensar en mí a la hora de reflexionar acerca de un nuevo gobierno y su dirigente, sino en el bien común, en lo mejor para las mayorías, etc.
Hoy por hoy, estoy tratando de hacerlo, me he tomado mi tiempo para escuchar lo más que he podido; he escuchado lo más objetivamente lo que opinan los representantes de diversos sectores de la sociedad; he visto cómo se ha ido “moviendo” mi país; me he imaginado a mí misma votando por opciones diferentes y he tratado de imaginar al México que voy a vivir, gobernado por diferentes sujetos.
Se que el voto es secreto, pero después de tanto ir y venir, dimes y diretes, votaciones, encuestas, sondeos, etc. No me siento bien si no digo lo que pienso y lo que siento.



Yo voy a votar por el PAN



Y lo voy a hacer porque, por lo menos a mí, me ha convencido la manera en que se ha llevado al país en los últimos 12 años. Porque me gusta su propuesta y su línea de gobierno, porque comulgo con sus ideales y porque creo que, a pesar de todo lo que dicen acerca del gobierno, me parece que las cosas van por un camino decente. Que tal vez no hemos ido todo lo rápido que muchos quieren, pero que hemos ido creciendo y tenemos reservas económicas suficientes que servirían para rescatar a otros países de su crisis si éstos las tuvieran. Alguien decía por ahí que para qué nos sirve tanto dinero si no lo utilizamos y no se generan empleos. Yo –tal vez me digas que no tengo idea de lo que hablo- lo comparo con un matrimonio recién formado. Yo quisiera saber si aquel que se casa bien y piensa con inteligencia, en lugar de ahorrar primero algo, se destapa sin ton ni son a comprar casa, auto, bienes en general. Yo creo que lo mas sabio es ahorrar y planear para el futuro, para que cuando se decidan a comprar una casa o a invertir en un negocio, lo hagan con tranquilidad, sin endeudarse, sin arriesgarse a que venga una crisis y lo pierdan todo. Al contrario, con capital ahorrado, podrán escoger la casa que más les guste, que mas les convenga e invertir en el negocio que quieran y no en lo único que les alcanza. Bueno, pues nosotros, gracias a los dos gobiernos del PAN, ya tenemos esos ahorros guardados (las reservas del gobierno), listos para ser invertidos en cosas útiles para nuestro país, pero considero un poco injusto que ahora vengan otros a disfrutar y pararse el cuello con esas reservas que han costado tanto trabajo. Si gana el PRI, seguro se va en pagar todos los favores y compromisos obtenidos durante la campaña y si gana el PRD, seguro lo “reparte” como ha sido la versión populista de su campaña “dinero para todos”.
Yo te pregunto: tú ¿cuántos años de casado has vivido antes de poder comprarte los bienes que quieres?
Yo creo que con un periodo más con el PAN, empezaríamos a ver los resultados que realmente queremos la mayoría de los mexicanos, que empezarían a reflejarse positivamente los resultados de las gestiones que se han ido construyendo. Eso es lo que pienso yo, que sería benéfico para México. Tal vez habrá quien piense: “claro, eso lo dices porque seguramente gozas de buena posición y eres de los que han sido beneficiados con las políticas injustas del gobierno”. Pues no, no realmente. Yo pertenezco mas bien a la clase pobre –ni siquiera a la media-, pero mi situación no ha ido hacia abajo, he ido saliendo de mis deudas –adquiridas desde el gobierno de Zedillo-, he podido obtener algún crédito, mi esposo ha podido conseguir trabajo, al igual que yo; que tal vez no sea el trabajo mejor pagado del mundo, pero se consigue porque queremos trabajar y porque estamos consientes de que las ganancias dependen de nosotros, de nuestro esfuerzo, de nuestra honestidad, de nuestra dedicación, y no nos pasamos la vida echándole la culpa al gobierno de que no hay trabajo. Trabajo hay, lo que no hay son ganas. Muchos quieren empezar de gerentes y no se preparan lo suficiente para ello, se la pasaron vagando en la universidad o comprando documentos, etc. Debo decir que, por gracia de Dios tengo muchos amigos, bueno pues ni uno de ellos es desempleado; y la gran mayoría tiene un buen empleo, bien remunerado. Tal vez no tanto como ellos quisieran –siempre queremos más, culpa del consumismo, no del gobierno-, pero que alcanza para vivir muy dignamente.
Lo único que me atrevo a pedir es que cerremos filas ante el nuevo dirigente nacional. Yo se que incluso para mi será muy difícil si gana el PRI, pero haré todo el esfuerzo para por lo menos quedarme callada sin insultar y respetando lo que haya sido la voluntad popular. Si algo me ha dado pena y hasta vergüenza ha sido ver, escuchar y leer a personas supuestamente instruidas, profesionales de la educación expresarse como verduleros acerca de Felipe Calderón poniendo apodos baratos y soeces a quien, para bien o para mal es el presidente de México. Maestros que no saben lo que es inculcar en los niños adolescentes y jóvenes el respeto a la investidura si ésta la ostenta alguien que simplemente no les gusta. A mí no me gusta mi gobernador, ni el anterior, pero jamás nadie me escuchó decirle un apodo ni mucho menos un insulto. Me expreso como es mi derecho, si no me gusta, si me parece despreciable lo que hace, pero las palabras soeces y los apodos las dejo para aquellos que no tienen instrucción académica o moral aprendida en casa, ni sentido de la responsabilidad en cualquier espacio donde se paren, no solo en el aula frente a los alumnos.
De ninguna manera me atrevería a pedir, influir, exigir a nadie que vote igual que yo. Esa es precisamente la razón para esperar a tener 18 años cumplidos para poder votar. Para tener la responsabilidad personal y única de tomar una decisión y actuar en consecuencia. Creo que hay que ser responsables en esto y no mandar a la guerra a los hermanos para después no estar junto a ellos cuando vengan las épocas dificiles.
Y después de estas palabras, que quedarán de alguna manera para testimonio futuro (para mí misma), me despido, preparándome para un verdadero silencio respetuoso. Que Dios nos cuide, y que nos de al verdadero dirigente que nos merecemos (¿o no?)

viernes, 30 de marzo de 2012

BOMBARDEO ELECTORAL

Estamos iniciando el peor periodo que nos puede pasar cada vez que se acerca el tiempo electoral: el período de las campañas.
Es totalmente un bombardeo continuo lo que tenemos que soportar, ya ni siquiera se limita a la televisión abierta, sino a la tv de paga también. Si ya de por sí el tiempo de las pausas comerciales se ha venido extendiendo de 2 minutos que duraba antes a 3 o 3 y medio, ahora el 70% de ese tiempo lo van a utilizar para decirnos "las maravillas" que van a hacer los candidatos cuando se conviertan en el presidente de México. Y nosotros de tarugos, le creeremos al que mejor nos caiga y se nos haga más simpático (o menos malo) y ni siquiera nos pondremos a pensar que la mayoría de los presidentes (si no es que todos) en cuanto pueden se escudan en que los diputados o senadores no los dejan cumplir con sus promesas pues todos detienen sus proyectos en las cámaras.
A partir de este día, tendremos el pan nuestro de cada día durante tres meses continuos en la televisión, radio, prensa, redes sociales, en las calles y avenidas, etc. Millones y millones de papeles rodando por las calles, miles de galones de pintura "decorando" nuestras bardas de promesas que no se tienen la menor intención de cumplir. Y toneladas de "ayudas desinteresadas" que llegarán a los más pobres sin ningún ánimo de proselitismo, sino con toda la intención de ayudar ¿? (nótese la ironía).
Decenas de horas de tiempo aire de televisión para escuchar, promesas irrisorias, desacreditaciones, pleitos de vecindad, lloriqueos de quienes no se aguantan, debates sin fondo ni forma, etc., etc., etc.
Que Dios nos ayude, nos proteja y nos de la capacidad para saber discernir nuestra elección, porque no se auguran tiempos esperanzadores para mi hermoso y querido país.


lunes, 26 de marzo de 2012

DE VILLANO A HÉROE

"Cometer errores es propio de humanos; reconocerlos y rectificarlos es propio de héroes"

En febrero de 2011 falleció el que fue conocido como “rey del aborto”, no solo porque practicó varios miles, sino porque fue el que promovió y consiguió el cambio de la legislación de los Estados Unidos. Ahora lloran su muerte todos los líderes mundiales pro-vida. Se trata del famoso doctor Bernard Nathanson. Yo tuve la suerte de conocerlo personalmente y me complace hablar de él en este momento, porque es un caso típico de cómo las personas pueden cambiar si se abren a la verdad científica y a la gracia. Él mismo  ha descrito el itinerario de su vida como abortista y como defensor de la vida.
Todo comenzó cuando una amiga suya resultó embarazada por él y no quería seguir adelante con el embarazo. Este caso suscitó en él una gran sensibilidad por la penosa situación de las mujeres que recurrían al aborto clandestino, que con frecuencia era realizado por personas poco profesionales en ginecología. Como las leyes norteamericanas prohibían el aborto, se decidió a cambiar esa legislación y fundó, con algunos más, la Asociación Nacional para Revocar las Leyes sobre el Aborto en Estados Unidos, en 1968. A los cinco años, lo había conseguido, pues el Tribunal Superior legalizó el aborto en 1973. Él mismo ha descrito las tácticas que emplearon para conseguirlo de modo tan rápido y eficaz.
El primer objetivo fue hacerse con los medios de comunicación masivos. “Los convencimos de que la causa pro-aborto  favorecía un liberalismo avanzado y amañamos los resultados de supuestas encuestas, que ellos publicaron”. Amañaron también el número de abortos ilegales, pues cambiaron la cifra de 100 mil, aproximadamente, por la de un millón. Esta mentira fue reiteradamente repetida y publicada en los medios de comunicación, convirtiéndose en verdad.
La segunda táctica fue –son su palabras- “vilipendiar sistemáticamente a la Iglesia Católica, calificando sus ideas sociales de retrógradas; y atribuimos a sus jerarquías el papel del “malo” principal entre los opositores al Aborto Permisivo”. El mismo Nathenson ha escrito que “los tambores de los medios de comunicación persuadieron al pueblo americano de que cualquier oposición al aborto tenía su origen en la Jerarquía Católica y que los católicos pro-abortistas eran los inteligentes y progresistas”.
La tercera táctica fundamental fue denigrar o ignorar cualquier evidencia científica de que la vida comienza con la concepción.
En 1973 fue nombrado director de Obstetricia de un gran hospital de Nueva York. Allí inició una nueva tecnología que ahora se usa diariamente para estudiar el feto en el útero materno.
Gracias a ella, pudo tomar por ultrasonido una muestra de un bebé nonato, mediante un aparato aspirador para la práctica del aborto, antes de que fuera absorbido del vientre de su madre. Esas imágenes cambiaron su vida, al comprobar que ahí había vida y que lo que ahí ocurría era, ni más ni menos, el asesinato de un niño indefenso. “Como científico, no es que simplemente lo crea, sino que sé y conozco que la vida humana comienza en la concepción y requiere toda la protección de que goza cualquiera de nosotros”.
En la revista médica "The New England Journal of Medicine", escribió un artículo sobre su experiencia con los ultrasonidos, afirmando que en el feto existía vida humana. Dicho artículo incluía declaraciones como la siguiente: "el aborto debe verse como la interrupción de un proceso que de otro modo habría producido un ciudadano del mundo. Negar esta realidad es el más craso tipo de evasión moral".
Aquel artículo provocó una fuerte reacción. Nathanson y su familia recibieron incluso amenazas de muerte.


Cuando alguien le preguntó cómo, siendo las cosas científicamente claras, no todos los doctores siguen su ejemplo, sino que algunos practican el aborto, contestó: “Es cuestión de aritmética. A 300 dólares cada uno, un millón y medio de abortos en Estados Unidos implican una industria que produce 500 millones de dólares anuales, y la mayor parte van a los bolsillos de los médicos que los practican”.

Poco tiempo después, un nuevo experimento con los ultrasonidos sirvió de material para un documental que sorprendió a la comunidad médica en particular y la sociedad en general. Se titulaba El grito silencioso, y ocurrió en 1984 cuando Nathanson le pidió a un amigo suyo -que practicaba de quince a veinte abortos al día- que colocase un aparato de ultrasonidos sobre la madre, grabando la intervención.
"Lo hizo -explica Nathanson- y, cuando vio las cintas conmigo, quedó tan afectado que ya nunca más volvió a realizar un aborto. Las cintas eran asombrosas, aunque no de muy buena calidad. Seleccioné la mejor y empecé a proyectarla en mis encuentros pro-vida por todo el país".

Dios ha premiado su honestidad, pues el doctor Nathanson, que era ateo, fue bautizado en la Iglesia el 9 de diciembre de 1996 y desde entonces fue un fervoroso católico.
¡Que ese buen Dios le haya acogido en Su Gloria!

Monseñor Francisco Gil Hellín                                                            Wikipedia
Arzobispo de Burgos


sábado, 24 de marzo de 2012

YO TENGO UN SUEÑO

Hace unas semanas he terminado de leer un libro estupendo que se llama "Criadas y Señoras" de Kathryn Stockett. Si no lo han leído, se los recomiendo ampliamente. Pero más allá de la novela, la trama, los personajes, que son entrañables y algunos super odiados -del tipo inolvidable-, la verdadera historia, la que sí sucedió, realmente es la que deja horrorizados a propios y extraños. Los niveles extremos a los que llegó el racismo en el Sur de Estados Unidos, aunque hayan pasado los años, siguen dejando sin aliento cada vez que se conocen historias y experiencias vividas incluso de primera mano. A veces, lo más increíble es darse cuenta que apenas hace 50 años estaba en pleno apogeo semejante problema. Aunque, si lo pensamos detenidamente, ¿por qué nos podría horrorizar tanto si hoy día seguimos viviendo y conociendo las más tétricas historias de terror con la extendida discriminación que hay en el mundo? Negros, blancos, morenos, judíos, católicos, cristianos, homosexuales, mujeres, niños, obesos, suramericanos,  pobres, mexicanos (y aquí puede usted poner prácticamente cualquier gentilicio, según la parte del mundo en la que se sitúe), y por desgracia, un largo etcétera, sufren diariamente la discriminación actualmente, en pleno siglo XXI, "el siglo de la libertad, de la tolerancia, de la inclusión" valores y virtudes que se ven poco, incluso entre los que nos llamamos cristianos. Por eso el día de hoy, he querido compartir este famoso discurso, que seguramente ya han leído o incluso escuchado con anterioridad, pero que por desgracia, no pierde su vigencia incluso hoy, 49 años después. Tal vez sea un poco largo, pero créanme que de verdad vale cada una de las palabras pronunciadas.


El 28 de agosto de 1963 
Martin Luther King brindó 
su discurso "Yo tengo un sueño" 
en los escalones del monumento 
a Lincoln en Washington D.C.


“Estoy feliz de unirme a ustedes hoy en lo que quedará en la historia como la mayor demostración por la libertad en la historia de nuestra nación.

Hace años, un gran americano, bajo cuya sombra simbólica nos paramos, firmó la Proclama de Emancipación. Este importante decreto se convirtió en un gran faro de esperanza para millones de esclavos negros que fueron cocinados en las llamas de la injusticia. Llegó como un amanecer de alegría para terminar la larga noche del cautiverio.

Pero 100 años después, debemos enfrentar el hecho trágico de que el negro todavía no es libre. Cien años después, la vida del negro es todavía minada por los grilletes de la discriminación. Cien años después, el negro vive en una solitaria isla de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material. Cien años después el negro todavía languidece en los rincones de la sociedad estadounidense y se encuentra a sí mismo exiliado en su propia tierra.
        
Y así hemos venido aquí hoy para dramatizar una condición extrema. En un sentido llegamos a la capital de nuestra nación para cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y la Declaratoria de la Independencia, firmaban una promisoria nota de la que todo estadounidense sería el heredero. Esta nota era una promesa de que todos los hombres tendrían garantizados los derechos inalienables de "Vida, Libertad y la búsqueda de la Felicidad".

Es obvio hoy que Estados Unidos ha fallado en su promesa en lo que respecta a sus ciudadanos de color. En vez de honrar su obligación sagrada, Estados Unidos dio al negro un cheque sin valor que fue devuelto marcado "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el banco de la justicia está quebrado. Nos rehusamos a creer que no hay fondos en los grandes depósitos de oportunidad en esta nación. Entonces hemos venido a cobrar este cheque, un cheque que nos dará las riquezas de la libertad y la seguridad de la justicia.

También vinimos a este punto para recordarle de Estados Unidos de la feroz urgencia del ahora. Este no es tiempo para entrar en el lujo del enfriamiento o para tomar la droga tranquilizadora del gradualismo. Ahora es el tiempo de elevarnos del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el iluminado camino de la justicia racial. Ahora es el tiempo de elevar nuestra nación de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la sólida roca de la hermandad. Ahora es el tiempo de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios.

Sería fatal para la nación el no percatar la urgencia del momento. Este sofocante verano del legítimo descontento del negro no terminará hasta que venga un otoño revitalizador de libertad e igualdad. 1963 no es un fin, sino un principio. Aquellos que piensan que el negro sólo necesita evacuar frustración y que ahora permanecerá contento, tendrán un rudo despertar si la nación regresa a su rutina habitual.

No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el negro tenga garantizados sus derechos de ciudadano. Los remolinos de la revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que emerja el esplendoroso día de la justicia.

Pero hay algo que debo decir a mi gente, que aguarda en el cálido umbral que lleva al palacio de la justicia: en el proceso de ganar nuestro justo lugar no deberemos ser culpables de hechos erróneos. No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en la violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas de la resistencia a la fuerza física con la fuerza del alma.

Esta nueva militancia maravillosa que ha abrazado a la comunidad negra no debe conducir a la desconfianza de los blancos, ya que muchos de nuestros hermanos blancos, como lo demuestra su presencia aquí hoy, se han dado cuenta de que su destino está atado a nuestro destino. Se han dado cuenta de que su libertad está ligada inextricablemente a nuestra libertad. No podemos caminar solos. Y a medida que caminemos, debemos hacernos la promesa de que marcharemos hacia el frente. No podemos volver atrás.

Existen aquellos que preguntan a quienes apoyan la lucha por derechos civiles: "¿Cuándo quedarán satisfechos?" Nunca estaremos satisfechos en tanto el negro sea víctima de los inimaginables horrores de la brutalidad policial. Nunca estaremos satisfechos en tanto nuestros cuerpos, pesados con la fatiga del viaje, no puedan acceder a alojamiento en los moteles de las carreteras y los hoteles de las ciudades. No estaremos satisfechos en tanto la movilidad básica del negro sea de un gueto pequeño a uno más grande. Nunca estaremos satisfechos en tanto a nuestros hijos les sea arrancado su ser y robada su dignidad por carteles que rezan: "Solamente para blancos". No podemos estar satisfechos y no estaremos satisfechos en tanto un negro de Mississippi no pueda votar y un negro en Nueva York crea que no tiene nada por qué votar. No, no estamos satisfechos, y no estaremos satisfechos hasta que la justicia nos caiga como una catarata y el bien como un torrente.

No olvido que muchos de ustedes están aquí tras pasar por grandes pruebas y tribulaciones. Algunos de ustedes apenas salieron de celdas angostas. Algunos de ustedes llegaron desde zonas donde su búsqueda de libertad los ha dejado golpeados por las tormentas de la persecución y sacudidos por los vientos de la brutalidad policial. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen su trabajo con la fe de que el sufrimiento sin recompensa asegura la redención.

Vuelvan a Mississippi, vuelvan a Alabama, regresen a Georgia, a Louisiana, a las zonas pobres y guetos de las ciudades norteñas, con la sabiduría de que de alguna forma esta situación puede ser y será cambiada.

No nos deleitemos en el valle de la desesperación. Les digo a ustedes hoy, mis amigos, que pese a todas las dificultades y frustraciones del momento, yo todavía tengo un sueño. Es un sueño arraigado profundamente en el sueño americano.

Yo tengo un sueño que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales.

Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.

Yo tengo un sueño que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.

Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.

¡Yo tengo un sueño hoy!
        

Yo tengo un sueño que un día, allá en Alabama, con sus racistas despiadados, con un gobernador cuyos labios gotean con las palabras de la interposición y la anulación; un día allí mismo en Alabama pequeños niños negros y pequeñas niñas negras serán capaces de unir sus manos con pequeños niños blancos y niñas blancas como hermanos y hermanas.

¡Yo tengo un sueño hoy!

Yo tengo un sueño que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada, y toda la carne la verá al unísono.

Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza.

Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.

Este será el día, este será el día en que todos los niños de Dios serán capaces de cantar con un nuevo significado: "Mi país, dulce tierra de libertad, sobre ti canto. Tierra donde mis padres murieron, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera, dejen resonar la libertad". Y si Estados Unidos va a convertirse en una gran nación, esto debe convertirse en realidad.

Entonces dejen resonar la libertad desde las prodigiosas cumbres de Nueva Hampshire. Dejen resonar la libertad desde las grandes montañas de Nueva York. Dejen resonar la libertad desde los Alleghenies de Pennsylvania! Dejen resonar la libertad desde los picos nevados de Colorado. Dejen resonar la libertad desde los curvados picos de California. Dejen resonar la libertad desde las montañas de piedra de Georgia. Dejen resonar la libertad de la montaña Lookout de Tennessee. Dejen resonar la libertad desde cada colina y cada topera de Mississippi, desde cada ladera, dejen resonar la libertad!

Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día cuando todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo spiritual negro: "¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!"

viernes, 23 de marzo de 2012

WELCOME TO TRAMITOLANDIA


Asistir al Seguro Social en México es una monserga. No sé cómo sea en otros países, pero aquí es una fila interminable de trámites y trámites y más trámites.

Mi esposo se lastimó un pie el día de ayer y tuvo que recurrir a los servicios de urgencias, porque se le estaba hinchando mucho y lógicamente el dolor cada vez aumentaba más. Como era de noche, tuvo que irse solo, alrededor de las 8:45 de la noche salió con rumbo al hospital. Lo curiosos del caso (por no llamarlo de otra manera) es que, teniendo el pie lastimado y no poder caminar sin dolor, lo han traído buena parte de la noche de arriba para abajo, para que saque este papel, que le firmen acá, vaya con el médico, del médico le dicen que antes de pasar vaya a rayos X; en rayos X le dicen que el aparato no sirve y más tarde, cuando lógicamente el médico le ha dicho que vaya a rayos X, de repente el aparato ha vuelto a funcionar. Lo han traído caminando porque el señor de las sillas de ruedas simplemente no estaba. Finalmente ha salido alrededor de las 2 de la mañana con su radiografía diagnosticando un esguince, su papel de incapacidad por 3 días y la recomendación de “Reposo moderado” ¿? además de una cita mas para el siguiente día (¿qué parte de “no puede caminar” es la que no entenderán?). Y hoy no ha sido la excepción, como de todos modos tenia que ir a pasar por el médico general (que obviamente no asiste en las noches), le dijeron que sería bueno que fueramos todos para ir y poner nuestros papeles en orden. Ha sido una de copias (baja un piso), entrega de papeles (sube un piso), fotos (atraviesa una calle), vacunas (sube un piso), llenado de tarjetas y carnets de vacunación, tomar pesos y medidas (camina medio piso), aclaración de requisitos (baja otra vez), sacar cita para el dentista (sube dos pisos –esto fue porque ya nos íbamos y olvidamos subir un solo piso para hacer la cita-). El asunto es que finalmente mi esposo ya camina un poco mejor y no sabemos si es por el paracetamol (gran medicina) que le recetaron o por todo el ejercicio en vez de reposo que ha tenido que hacer en menos de 24 horas.