sábado, 24 de julio de 2010

PIDAMOS Y SE NOS DARÁ


PIDAMOS Y SE NOS DARÁ

… o aquello que pedimos, si es lo que nos conviene,
porque ningún padre (y menos el PADRE que está en el cielo)
va a dar a sus hijos aquello que sea para su mal.

… o un estar de acuerdo, sin ninguna amargura o resentimiento,
por no obtener aquello que queríamos.

BUSQUEMOS Y HALLAREMOS

… o lo que andábamos buscando:
la curación de una enfermedad, por ejemplo.

… o una tranquila resignación para soportarla.

LLAMEMOS Y SE NOS ABRIRÁ

… o la puerta aquella a la que estábamos llamando.

… o una puerta que ni siquiera habíamos
sospechado que existiera.

“PORQUE –y esta es palabra de Dios- QUIEN PIDE, RECIBE; QUIEN BUSCA ENCUENTRA; Y AL QUE TOCA SE LE ABRE”.

martes, 13 de julio de 2010

UNA BUENA NOTICIA PARA EL MUNDO


Y para cerrar con broche de oro todo este tiempo dedicado al matrimonio y su cuidado y conservación, les dejo este testimonio hermoso de un matrimonio que supo hacer de sus vidas algo sobrenatural. Señal de que sí se puede, solo falta quererlo.


LUIGI Y MARÍA BELTRAME QUATTROCCHI
(1880-1951 y 1884-1965)

Primer matrimonio beatificado  conjuntamente.
Vivieron «una vida ordinaria de manera extraordinaria»


Juan Pablo II vio cumplido uno de los sueños de su pontificado el 21 de octubre de 2001: elevar a la gloria de los altares a un matrimonio conjuntamente. Aunque existen otros casos de santidad de matrimonios reconocidos oficialmente por la Iglesia, es la primera vez que la ceremonia de la beatificación se realiza de manera conjunta. Y fue precisamente en el marco de la celebración del 20 aniversario de la publicación de la “Familiaris consortio”, el documento sobre la vida matrimonial más importante que escribió Juan Pablo II, que sitúa en su lugar el papel de la familia "particularmente amenazado en la sociedad actual". Con esta beatificación, Juan Pablo II subrayó también que la santidad no es exclusiva de la vida sacerdotal y religiosa.
Ante el aumento "de las tendencias a la disgregación y corrientes que buscan equiparar la institución familiar fundada sobre el matrimonio con otros tipos de convivencia, es necesario que las familias y sus asociaciones se conviertan en promotoras de una nueva era de compromiso por una eficaz defensa de los valores familiares".
Los beatos Luigi Beltrame Quattrochi y María Corsini, oriundos de Roma, casados durante cincuenta años, supieron hacer extraordinaria su ordinaria vida de casados fundada en el auténtico amor. Tres de sus cuatro hijos viven y participaron en la ceremonia de la beatificación. Filippo y Cesare, sacerdotes, concelebraron la misa con el Papa. Enrichetta, la hija menor, la siguió entre los miles de peregrinos que llenaban la basílica de San Pedro.
Su camino de santidad lo resumió Juan Pablo II en la homilía: "Entre las alegrías y las preocupaciones de una familia normal supieron realizar una existencia extraordinariamente rica de espiritualidad. En el centro, la Eucaristía diaria, a la que se añadía la devoción filial a la Virgen María, invocada con el Rosario recitado todas las noches, y la referencia a sabios consejos espirituales... Estos esposos vivieron a la luz del Evangelio y con gran intensidad humana el amor conyugal y el servicio a la vida. Asumieron con plena responsabilidad la tarea de colaborar con Dios en la procreación, dedicándose generosamente a los hijos para educarlos, guiarlos, orientarlos, en el descubrimiento de su designio de amor".
María era profesora y escritora de temas de educación, comprometida en varias asociaciones, entre ellas la Acción Católica Femenina, y apasionada de la música.
Luigi fue un brillante abogado que culminó su carrera en el cargo de vice abogado general del Estado italiano. Fue amigo personal de muchos de los políticos que, después de la segunda guerra mundial, impulsaron el renacimiento de Italia tras el fascismo de Mussolini, como Alcide de Gasperi, o Luigi Gedda.
Tuvieron cuatro hijos: Filippo hoy padre Tarsicio, nacido en 1906; Stefanía sor María Cristina, nacida en 1908 y fallecida en 1993; Cesare padre Paolino, nacido en 1909, y Enrichetta, que nació en 1914.
Un detalle del espíritu que caracterizó a este matrimonio se puso de manifiesto durante la Segunda Guerra Mundial, cuando esta familia ofreció su piso de Roma para alojar a los refugiados.
Según el padre Paolino Rossi, postulador de la causa de beatificación, "los dos esposos fueron cristianos convencidos, coherentes y fieles a su propio bautismo. Supieron acoger el proyecto de Dios sobre ellos y respetaron su prioridad. Fueron personas de gran caridad, entre sí, con los hijos y con el prójimo, promoviendo el bien y la justicia. Fueron personas de esperanza, que supieron dar el justo significado de las realidades terrenas, con la mirada puesta siempre en la eternidad". Estos dos nuevos beatos proclaman al mundo "un mensaje de esperanza, de consuelo y apoyo a la familia cristiana, asaltada hoy por tantos problemas y asediada en sus valores fundamentales, en su ideal, en su configuración genuina".
Y otra peculiaridad resaltada por el padre Rossi: la Congregación para las causas de los santos aceptó un solo milagro para los dos siervos de Dios. Se trata de Gilberto Grossi, un joven que hoy es neurocirujano. En el momento en que lo experimentó trabajaba en la casa Beltrame Quattrocchi catalogando los escritos de los dos esposos. "Su invocación a Dios por la curación de alteraciones óseas, que con frecuencia le obligaban a permanecer inmóvil, fue dirigida por intercesión de ambos cónyuges", dice el padre Rossi. Y "al reconocer su común intercesión, podemos decir que los teólogos han subrayado que los esposos no sólo están unidos en una dimensión humana, sino también espiritual".
Como concluyó Juan Pablo II, "una auténtica familia, fundada en el matrimonio, es en sí misma una BUENA NOTICIA para el mundo".

TESTIMONIO DEL P. PAOLINO  BELTRAME QUATTROCCHI

El P Paolino (Cesare) Beltrame Quattrocchi, de 92 años, es uno de los tres hermanos que han podido participar por primera vez en la historia en la beatificación de sus padres. Con sencillez recuerda la figura de los beatos Luigi y María:
Si bien nunca hubiera imaginado que un día serían proclamados santos por la Iglesia, puedo afirmar sinceramente que siempre percibí la extraordinaria espiritualidad de mis padres.
En casa siempre se respiró un clima sobrenatural, sereno, alegre, no beato. Independientemente de la cuestión que debíamos afrontar, siempre la resolvían diciendo que había que hacerlo "de tejas para arriba".

Entre papá y mamá se dio una especie de carrera en el crecimiento espiritual. Ella comenzó en la parrilla de salida, pues vivía ya una intensa experiencia de fe, mientras que él era ciertamente un hombre bueno, recto y honesto, pero no muy practicante. A través de la vida matrimonial, con la decisiva ayuda de su director espiritual, también él se echó a correr y ambos alcanzaron elevadas metas de espiritualidad.
Por poner un ejemplo: mamá contaba cómo, cuando comenzaron a participar diariamente en la misa matutina, papá le decía "buenos días" al salir de la iglesia, como si sólo entonces comenzara la jornada. De las numerosas cartas que se dirigieron, que hemos podido encontrar y ordenar, emerge toda la intensidad de su amor.
Por ejemplo, cuando mi padre se iba de viaje a Sicilia, era suficiente que llegara a Nápoles para que enviara un mensaje, en el que contaba a su mujer lo mucho que la echaba de menos. Este amor se transmitía tanto hacia dentro durante los primeros años de matrimonio vivían también en nuestro piso los padres de ambos y los abuelos de ella como hacia fuera, con la acogida de amigos de todo tipo de ideas y ayudando a quien se encontraba en la necesidad.
La educación, que nos llevó a tres de nosotros a la consagración, era el pan cotidiano. Todavía tengo una "Imitación de Cristo" que me regaló mi madre cuando tenía diez años. La dedicatoria me sigue produciendo escalofríos: "Acuérdate de que a Cristo se le sigue, si es necesario hasta la muerte".

Texto de la revista Ave María, nº 670








lunes, 12 de julio de 2010

40. EL AMOR ES UN PACTO

El desafío del amor

Escribe una renovación de tus votos y colócala en tu hogar. Quizá, si corresponde, podrías planear una renovación formal de tus votos matrimoniales ante un sacerdote, con la familia presente. Que sea una afirmación viva del valor del matrimonio a los ojos de Dios y del alto honor de ser uno con tu cónyuge.

No es necesario esperar a un aniversario de bodas o una fecha especial. Me gustan esos momentos en que se renuevan los votos matrimoniales con las propias palabras de los cónyuges, sin seguir palabras escritas por otros.
Una vez nos tocó ver una renovación de votos así en Canadá y el sacerdote les dio libertad para que expresasen lo que particularmente se deseaban prometer. Un momento muy emotivo.

Adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. (Rut 1:16)

domingo, 11 de julio de 2010

39. EL AMOR PERDURA

El desafío del amor

Pasa tiempo orando solo. Luego, escríbele una carta de compromiso y decisión a tu cónyuge. Incluye la razón por la cual te comprometes con este matrimonio hasta la muerte, y exprésale que te has propuesto amarlo sin importar lo que suceda. Deja la carta en un lugar donde tu pareja la pueda encontrar.
Hasta que la muerte los separe. . . .
Muchos toman a la ligera este compromiso. Parece que hoy por hoy a muchos no les da vergüenza comprometerse a algo que están ciertos que no van a cumplir.
El amor perdura, perdura porque así lo queremos; perdura porque lo alimentamos, lo cuidamos, lo atendemos. Porque nos lo hemos propuesto desde el principio. Y aunque haya muchos problemas, muchas piedras en el camino, muchas situaciones que nos hagan querer tirar la toalla y echarnos para atrás, siempre debemos estar ciertos y recordar que nosotros nos comprometimos en esta empresa por nuestra propia voluntad.
Me parece excelente este ejercicio que nos proponen, porque nos ayuda a poner en manos de Dios ese compromiso, para que Él lo renueve y nos de fuerzas para respetarlo y seguir adelante. Me gusta, porque al escribir las cosas que sentimos, también se quedan en  nuestra mente y corazón, se graban dejando en ellos una tinta indeleble escrita por el amor de Dios que se desborda entre nosotros.

sábado, 10 de julio de 2010

LO VIO. . . Y PASO DE LARGO.


El gran pecado de OMISION del que nos confesamos al comenzar la misa, sobre el que reflexionamos tan poco y del que, por consiguiente, nunca nos acabamos de corregir.
Por ejemplo:
- ver en apuros a nuestros hermanos… y “fingir demencia”.
- mirar a la madre o a la esposa abrumada de trabajo en la casa…. Y seguir leyendo el periódico o viendo la televisión.
- pasar junto a aquella persona a la que se la ha descompuesto el auto y “seguirnos de largo”, sin preguntar siquiera qué se le ofrece.
- contemplar a la gente haciendo “colas” (y corajes) interminables frente a nuestra ventanilla o mostrador… y seguir charlando con el “cuate” o la “cuata” de la oficina.
- presenciar cómo se calumnia o se difama a un ausente… y no decir “ni pio”.
- saber que algún familiar o amigo o compañero de trabajo se encuentra en algún problema económico o legal… y “hacerse el loco”.
- abstenerse de participar activamente en las elecciones, por ejemplo, en las que se juega el destino de todos.
- ante cualquier dificultad, en la que otro se encuentra, y que quizá nosotros podríamos ayudar a resolver, y exclamar filosóficamente: “ese no es mi problema” o aclarar teológicamente (lo que es peor): “Yo no soy la Divina Providencia”, porque si es verdad que no lo somos, sí somos los instrumentos de los cuales se vale Dios para mostrarse.

Tomado del Misal Anual 2010

38. EL AMOR ALCANZA METAS.

El desafío del amor

Piensa qué le gustaría a tu cónyuge, si fuera posible. Ponlo en oración y comienza a trazar un plan para cumplir algunos de sus deseos (sino todos), hasta donde puedas.

A veces olvidamos o dejamos de lado los sueños de nuestro cónyuge. Hay momentos en que estamos tan ocupados, tratando de alcanzar los nuestros, que nos desentendemos de lo que él o ella quiere. Vamos a trabajar para que nuestra pareja alcance sus metas. Al fin y al cabo, estaremos trabajando para la familia y su crecimiento.

viernes, 9 de julio de 2010

CRÓNICA DE UN DESASTRE

La situación en el norte de mi pais nos ha dejado sin aliento. Desgraciadamente nos ha tocado sufrir una vez más las inclemencias de este tiempo que pareciera cada vez más violento o más frecuente.

Yo no veo noticias de manera reguelar, y debo reconocer con cierta vergüenza que me enteré del desastre en Nuevo León gracias a una inserción en un resumen deportivo que estábamos viendo mi familia y yo el sábado pasado, además de que, cuando comenzó a fallar el internet fuimos a la empresa a investigar el por qué de la suspensión. Cuando me dijeron que era por causa del huracán yo pensé que me estaban dando excusas, puesto que se esperaba que entrara a Veracruz, pero nunca nos tocó, afortunadamente. Mas tarde fue cuando nos tompamos con la noticia en la televisión.
Les pido humildemente que eleven sus oraciones por esta gente que lo ha perdido todo, casa, autos, muebles, alimentos, ropa, y lo peor de todo: seres queridos.


37. LOS QUE SE AMAN, ORAN JUNTOS.

El desafío del amor
Pregúntale a tu cónyuge si pueden comenzar a orar juntos. Decidan cuál es el mejor momento para hacerlo, ya sea por la mañana, a la hora de almorzar o antes de irse a dormir. Usen este tiempo para confiarle al Señor las inquietudes, los desacuerdos y las necesidades. No olviden darle gracias por su provisión y sus bendiciones. Aun si tu cónyuge se niega a hacerlo, decide pasar este momento diario en oración a solas.

Así mismo yo les digo: si en la tierra dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir alguna cosa, mi Padre Celestial se los concederá. Pues donde están dos o más reunidos en Mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos.
Mateo 18, 19-20

jueves, 8 de julio de 2010

36. EL AMOR ES LA PALABRA DE DIOS

El desafío del amor

Comprométete a leer la Biblia cada día. Consigue un libro espiritual o algún otro recurso que te ayude a encontrar algo de guía. Si tu cónyuge está dispuesto pregúntale si está de acuerdo en comprometerse a leer algún pasaje bíblico contigo. Comiencen a disponer cada área de sus vidas según la Palabra de Dios y a construir sobre la roca.

Si uno escucha estas palabras mías y las pone en práctica, dirán de él: aquí tienen al hombre sabio y prudente, que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron sobre aquella casa, pero la casa no se derrumbó, porque tenía los cimientos sobre roca.
Mateo 7, 24-25

miércoles, 7 de julio de 2010

35. EL AMOR RINDE CUENTAS

El desafío del amor
Busca un mentor para tu matrimonio: un buen cristiano que sea sincero y amoroso contigo. Si te parece que es necesaria la terapia, da el primer paso y concierta una cita. Durante este proceso, pídele a Dios que dirija tus decisiones y te dé discernimiento.
Siempre es bueno tener a un consejero espiritual cerca de nosotros, de nuestro matrimonio y nuestra familia. Alguien que vea las cosas desde fuera y que, objetivamente nos haga caer en la cuenta de las cosas en las que andamos fallando, pero sin olvidarnos del nivel espiritual al que debemos llevar nuestro matrimonio.
A nosotros en nuestra crisis, no nos faltó, afortunadamente, aunque también fue necesario asistir a varias sesiones de terapia. Por gracia de Dios, tuvimos la dicha de encontrar un psicólogo católico que ayudó y en mucho a que retomáramos el camino de una manera general y completa, tratando de llenar todos los huecos que habíamos abierto en nuestras vidas.
El tonto está seguro de sus decisiones, pero el sabio atiende a los consejos.
Proverbios 12, 15

martes, 6 de julio de 2010

34. EL AMOR CELEBRA EL CAMINO RECTO.

El desafío del amor
Piensa en una situación específica reciente donde tu cónyuge haya demostrado carácter cristiano de una manera notable. Hazle un comentario sobre esto en algún momento del día.
Es normal que nos alegremos cuando nuestro cónyuge alcance metas que lo lleven a superarse, pero más debemos alegrarnos cuando alcance metas que le lleven a acercarse más a Dios. Debemos admirar más estos logros y hacérselo saber, para que la ayuda sea mutua.

lunes, 5 de julio de 2010

MENSAJE PARA MIS HERMANOS BLOGUEROS

Hola amigos blogueros, los saludo con cariño.
Ignoro si todos han podido saber la situación que aqueja a nuestro país actualmente, pero en los días recientes, ha pasado por nuestras costas un huracán llamado Alex, que al principio parecía que se convertía solo en tormenta tropical, pero que después tomó fuerza nuevamente y atacó con violencia el estado de Nuevo León en el norte de mi país. Ha causado estragos incontables en valores materiales y humanos. Por ese mismo motivo, la señal de internet se bloqueó durante  mas de 6 dias.
Por tal motivo he estado ausente, habiendo faltado a publicar el último post del "Reto del amor". La señal ha regresado muy débil y falla a cada rato, así que mientras pueda, seguiré en contacto con ustedes.
Les ruego que brinden un espacio en sus oraciones para nuestros hermanos mexicanos del norte que realmente lo están pasando fatal con estas lluvias impresionantes que no tienen precedentes en la historia del Estado de Nuevo León.
Gracias a todos.

33. EL AMOR NOS COMPLEMENTA

El desafío del amor
Reconoce que tu esposo (a) es parte integral de tu éxito futuro. Déjale saber hoy mismo tu deseo de incluirlo (a) en tus próximas decisiones, y que tú necesitas su perspectiva y su consejo. Si tú has ignorado sus comentarios en el pasado, admite tu descuido y pídele que te perdone.
"Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor remuneración por su trabajo. Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante!" (Eclesiastés 4:9,10).

sábado, 3 de julio de 2010

APÓSTOLES DE LOS DE “DOS EN DOS”


En aquel tiempo, el Señor designó a otros discípulos y los mandó por delante a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir.
ü  También ahora, a todos los hogares adonde piensa ir, Cristo envía a sus discípulos “de dos en dos”.
ü     Es decir, un él y una ella, un papá y una mamá.
ü    A nosotros, pues –papás o mamás y futuros papás y mamás-, es a los que Cristo nos ha encomendado la misión de prepararle el camino para llegar a nuestro hijos.
ü    Con nuestras palabras, ellos comenzarán (o no comenzarán) a conocer a Cristo y a amarlo, porque no se puede amar a quien no se conoce.
ü    Con nuestro ejemplo, ellos aprenderán (o dejaran de aprender) a darle gracias a Dios por los beneficios recibidos; a acudir a Él en todas las dificultades de la vida; a confiar en Su Providencia; a pedirle perdón por haberlo ofendido…
ü    Con nuestro ejemplo, aprenderán (o no) a ser serviciales con los demás; a perdonarse mutuamente; a ver a Cristo en todos, especialmente en los más pobres que nosotros; a ayudar en todo lo que se pueda a los necesitados; a sacrificarse por los vecinos…
En aquel tiempo, Jesús envió a otros discípulos a todos los lugares a donde pensaba ir…y ahora también.
Tomado del Misal Anual 2010

viernes, 2 de julio de 2010

32. EL AMOR SATISFACE LAS NECESIDADES SEXUALES


Si te es posible, trata de iniciar una relación sexual con tu cónyuge el día de hoy. Hazlo de manera que honre lo que tu esposo (a) te ha dicho acerca de lo que necesita de ti sexualmente. Pídele a Dios que haga esto disfrutable para ambos y que sea un camino para acrecentar su intimidad.
El  marido cumpla con sus deberes de esposo y lo mismo la esposa. La esposa no dispone de su cuerpo, sino el marido. Igualmente el marido no dispone de su cuerpo, sino la esposa.
No se nieguen ese derecho el uno al otro, a no ser que lo decidan juntos, y por cierto tiempo, con el fin de dedicarse más a la oración. Después vuelvan a estar juntos, no sea que caigan en las trampas de satanás por no saberse dominar.
1Corintios 7, 3-5

jueves, 1 de julio de 2010

31. AMOR Y MATRIMONIO


¿Tienes algún punto que se te esté “olvidando” y que no has tenido el suficiente coraje para vencerlo todavía? Platícaselo a tu cónyuge hoy mismo y resuélvelo de una vez. La unidad en tu matrimonio depende de eso. Continúa así como un compromiso con tu cónyuge y con Dios para hacer de tu matrimonio la más alta prioridad sobre cualquier otra relación personal.
Este punto es un reforzamiento de nuestro reto de ayer. Para poder cerrar filas con decisión y éxito, habrá que luchar mucho, sobre todo si la palabra unidad ha estado fuera de nuestro vocabulario matrimonial.