sábado, 7 de julio de 2012

LOS PUNTOS SOBRE LAS ÍES


YO NO VOTÉ POR LÓPEZ OBRADOR
Me pareció justo y prudente comenzar mi escrito con estas palabras, para que quede clara mi intención. Y no es para deslindarme del candidato izquierdista, sino para poner en claro que lo único que guía mis palabras es la búsqueda de la legalidad y la justicia. Y aunque he tenido mis reservas acerca de las "virtudes y cualidades", de Andrés Manuel, desde muy joven aprendí que debemos perseguir la justicia sobre todas las cosas. Todos sabemos que el PRI compró votos. No digo que no haya priistas de corazón que creen en los ideales y que apoyan por convicción, pero eso no nos debe de nublar la vista a nadie, ni a ellos mismos. Se compraron votos y hubo una participación inequitativa en propaganda y difusión en los medios masivos. Hay pruebas que señalan el contubernio con Televisa y decenas de videos en youtube que demuestran las transas realizadas. Sé que muy probablemente me arrepentiría después si López Obrador hubiera resultado ganador. Pero me gustaría dejar claro que no se trata de AMLO, se trata de esa justicia que se supone debemos perseguir, exigir y practicar.
Si en cosas menos importantes los tramposos son castigados ¿por qué en algo de suma importancia como la presidencia de un país, son solapados, encubiertos, protegidos y casi venerados por "su astucia" al engañar?
He escuchado comentarios de personas que votaron por el PAN, que dicen que "ahí la dejemos, que es menos peor el PRI que AMLO", mientras que en otros casos, incluso dos personas que son panistas, es decir, trabajan para el PAN, se han dedicado a denunciar y a luchar por señalar el engaño al que fuimos (y parece que seguiremos estando) sometidos muchos mexicanos.
Yo al final de todo, no creo que sea cuestión de preferencias partidarias, creo que es cuestión de moral y ética. En lo personal, no me sentiría bien conmigo misma si simplemente dijera: "ay, no ganó quien yo quería; bueno, pues no importa si el otro hizo trampa, total ¿qué mas da?"

ABOGADA DEL DIABLO
Así me he sentido en algunas ocasiones cuando me pongo a defender la causa del "perdedor". Sé que, si en una remota posibilidad, resultara ganador el que hoy pierde, habría muchas cosas por las cuales lamentarse sobre sus políticas y manejos del gobierno. Por eso repito: no estoy defendiendo a López Obrador, estoy tratando de exponer mi punto de vista y tomar el lado de la legalidad. No puedo quedarme callada ante aquel que obtuvo lo que quiso por medio de trampas.


NO CONFUNDIR LA GIMNACIA CON LA MAGNESIA
El respeto ante todo. Es algo que nos cuesta mucho trabajo manejar. Parece que nos cuesta entender que de la misma manera que nosotros tenemos nuestras preferencias, también otros las tienen, y aunque estemos seguros que nosotros perseguimos la legalidad, habrá que entender que el de enfrente también está seguro de lo mismo. Por eso creo que debemos de manejar siempre las cosas con respeto y consideración, cuidando nuestra dignidad, pero al mismo tiempo la dignidad del otro.
Me he cansado de leer muchísmos mensajes, comentarios, bromas, frases, que en muchas ocasiones son divertidas, informativas, etc. pero también las hay que ofenden, insultan, denigran y acusan a quienes tal vez, no tienen nada que ver en el asunto. Yo creo que no es justo. Repito: conozco personas que se inclinan hacia cualquiera de estos tres partidos políticos, los más importantes digamos, y todas ellas son personas juiciosas, honestas, trabajadoras, con valores morales y éticos, que comprensiblemente se sienten ofendidos si se les ataca de manera general diciendo "toooooodos los priistas son . . . . o tooooodos los perredistas son . . . . o tooooodos los panistas son . . . . "  Eso es una falta de respeto y una falta de objetividad por nuestra parte. Creo que ser objetivos debería de ser una meta a perseguir, porque nos permite ver aciertos y errores en nuestra persona y en nuestro vecino.

TODOS SOMOS DEL MISMO BARRO
Hay cosas que no cambian, o que por lo menos, no deben cambiar. La gran mayoría de mis amigos, familiares y conocidos mexicanos son cristianos, así que supongo entenderán lo que quiero expresar al decir que no podemos olvidarnos de ésto solo porque hablamos de política. Así que no se vale eso de andar terminando amistades, peleando con familiares, insultar a amigos queridos, etc. Discutir sí, exponer puntos de vista también, pero terminar amistades, enojarte con ellos o mezclar cosas convirtiéndo tu cariño de años en rencor, dejando salir las frustraciones actuales o -del otro lado- teniendo sentimientos triunfalistas y humillando o burlándose de quien hoy está del lado de los perdedores, no creo que hable muy bien de nosotros como cristianos.
A mí me enseñaron que ser cristiano no es como tener un abrigo bonito que lo sacas cuando estás de buenas, cuando quieres presumirlo o cuando sabes que los demás van a lllevar abrigos parecidos, como si fuera un uniforme. Y que, cuando no te conviene, lo dejas en casa para que no se maltrate o para que no te estorbe si se arma la discusión acalorada.
No podemos darnos el lujo de olvidarnos de lo verdaderamente importante en nuestras vidas, porque al fin y al cabo, ese sentimiento de justicia y de legalidad que decimos tener, debe ser obra e insipración de AQUEL que se ha preocupado por guiarnos y enseñarnos esas virtudes por medio de SU PALABRA.

CERRANDO FILAS
Esto es una cosa super dificil de hacer, pero no imposible. Por lo menos yo, me comprometo a hacerlo. Ya lo había expresado en mi muro del FB: voy a cerrar filas con quien resulte ganador , cuando sea oficial ya no habrá mucho que hacer. Pero no voy a cerrar los ojos y estaré pendiente, junto con esa sociedad que no durme más bajo la cobija de la indiferencia.
Criticar sí, insultar no. No me gusta el presidente que hasta ahora parece ser el elegido, pero aparentemente a muchos en el mundo tampoco, así que supongo que no estaremos solos. Pero, a diferencia de otros, yo sí entiendo que a la envestidura presidencial hay que tenerle respeto, y a diferencia de otros que conocí que además de todo eran maestros, yo no me referiré a nuestro presidente con apodos y palabras ofensivas. Lo dejo escrito para mí y para mis hijas, y para todo aquel que quiera comprobarlo y refutarlo si en algún momento me doy "un resbalón" y se me olvida mi compromiso.


A TÍTULO PERSONAL
No soy perfecta, tengo muuuuuuchos defectos, pero he tratado de enseñarle a mis hijas que las cosas se deben hacer con honestidad, que muchas ocasiones en más fácil hacer transas, engañar y saltarse las reglas, pero que no lo debemos hacer así. En muchos momentos nos ha ido mal, hemos perdido, nos han dejado al final, nos hemos quedado sin el regalito que ellas querían, solo por hacer fila y esperar nuestro turno, mientras  otros vienen, se cuelan y se saltan las reglas con prepotencia. Muchos dirán que somos tontos, pero cuando verdaderamente recibes las cosas por justicia, por merecimiento, porque te lo ganaste e hiciste las cosas bien, esa satisfacción, no la tienen los tramposos.
Tú, ¿qué le estás enseñando a tus hijos?