5. Ayunar es bueno para el bienestar físico, pero para los creyentes es, en primer lugar, una “terapia” para curar todo lo que les impide conformarse a la voluntad de Dios.
Benedicto XVI
Hoy nos decía el padre en la misa, que debemos someter al cuerpo de vez en cuando, para fortalecer nuestra voluntad.
Y supongo que cada vez ha de ser mas difícil esto, puesto que vivimos inmersos en una cultura de libertinaje y autosatisfacción, en donde todo el mundo te dice: "No te limites, haz lo que tú quieras y cuando tú quieras, que para eso eres libre". Y no nos damos cuenta que luego, cuando estamos tan acostumbrados a obtener todo lo que queramos, llegará un momento en lo que nada nos satisfaga. Y eso lo podemos ver en muchos de los jóvenes de hoy, a los que nada les cuesta trabajo, porque todo se los dan y que nada valoran por la misma razón, pero a los que cada vez les es mas difícil encontrar algo que verdaderamente les llene el espíritu.
Hay que enseñarnos a nosotros mismos a ponernos límites, a privarnos de vez en cuando de las cosas que nos gustan, para fortalecer nuestra voluntad y hay que enseñarles lo mismo a nuestros hijos, esa es la mejor manera de evitarles sufrimientos futuros y no darles y cumplirles todos sus caprichos como erróneamente pensamos.
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