«¿No saben cuál es el ayuno que me agrada?: romper las cadenas injustas, desatar las amarras de los opresores, dejar libres a los oprimidos y quebrantar todo yugo; compartirás tu pan con el hambriento, los pobres sin techo entrarán a tu casa, vestirás al que veas desnudo y no volverás tu rostro ante el hermano»
(Is 58,6-7).A esta palabra, que es del Señor, no queda nada que agregarle; nada que comentar, aclarar o ejemplificar. A veces le buscamos demasiadas explicaciones a lo que está más claro que el agua y nosotros solitos nos hacemos bolas.
Hasta mañana, a esperar lo que nos traiga el dia.
El ayuno nos ayuda a tomar conciencia de la situación en la que viven muchos de nuestros hermanos (...).Al escoger libremente privarnos de algo para ayudar a los demás, demostramos concretamente que el prójimo que pasa dificultades no nos es extraño.
Benedicto XVI
4 comentarios:
Hoy he leido como alguien nos llamaba tontos por ayunar cuando hay abundancia de comida. Se nota que no sabe que muchos no tienen lo necesario... mejor dicho, a ver si se quita la venda que se ha puesto.Y se dá cuenta de que además de comida también necesitan solidaridad, traducida en amor.
excelente, gracias Tere!
Bueno Angelo, a mí ya no me extraña nada que algunos nos llamen tontos o locos. Pero eso no vamos a poder cambiarlo -creo yo-. Son personas que no entienden que uno pueda hacer tal o cual cosa como el ayuno. Y además, menos lo entienden si después nos ven contentos en lugar de andar de cara larga.
Supongo que es algo con lo que tendremos que vivir, y esperar que el testimonio, poco o mucho que podamos hacer, sirva algún dia para hacer entender a los que no comprenden.
Gracias a ti Marta.
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