lunes, 21 de marzo de 2011

12. COMPARTIR

Cada vez que por amor de Dios compartimos nuestros bienes con el prójimo necesitado experimentamos que la plenitud de vida viene del amor y lo recuperamos todo como bendición en forma de paz, de satisfacción interior y de alegría. El Padre celestial recompensa nuestras limosnas con su alegría. 
Benedicto XVI


3 comentarios:

Mento dijo...

PUES SÍ, SOLO EL QUE LO EXPERIMENTA PUEDE SABER CUAN GRANDE ES EL SENTIDO DE CADA PALABRA DE ESTA ENTRADA.

Mento dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Angelo dijo...

Dando es como se recibe. Un beso