miércoles, 7 de octubre de 2009

HOYOS EN EL ALMA


Me dices que no te gustan los hoyos en los pantalones de tu hijo. Y yo te respondo: “¿preferirías que tuviera hoyos en el alma?”
Los jóvenes de hoy visten de una manera incomprensible para los que pasamos de los 40. Playeras despintadas y rotas, pantalones demasiado largos, sin dobladillos y arrastrando por el piso, ropa interior que ha perdido el apellido (interior) y se expone a la vista de todo el mundo, etc., etc. y muchos de nosotros nos escandalizamos ante estas visiones pues nos dejamos llevar por la imagen y prejuzgamos a los chicos que vemos por la calle como “rebeldes sin causa”, “ordinarios”, “mamarrachos”, etc. y nos da vergüenza sólo de pensar que nuestros hijos también sean víctimas de esos prejuicios.
Sin embargo, yo me he llevado sorpresas inimaginables a la hora de toparme con personas “mal vestidas”.
En Canadá fui atendida por un burócrata que vestía shorts y sandalias en la oficina. Y su amabilidad, eficiencia y ayuda no merece la mínima crítica negativa de mi parte.
En el banco, fui recibida por una cajera en ropa estilo hippy, sin maquillar y con las piernas en “flor de loto” sobre su silla. ¿Me atendió mal? No. ¿Tuve algún problema? No. ¿Se equivocó en mi depósito? No.
En la escuela tuve un compañero con piercing en el rostro, hoyos en los pantalones y playeras con calaveras, monstruos y ese tipo de cosas extrañas que marcan la moda actual. Una de las personas más amables y educadas que me topé. Alegre, buen compañero, estudioso, moderado al hablar (sin groserías), etc. aunque su facha imponía e inevitablemente generaba prejuicios.
Y sin embargo en mi país, fui testigo de un atraco por parte de un chico que mejor vestido no podía estar.
“Como te ven te tratan”, dicen algunos. Pero a mí me suena a que nosotros tratamos mal a los mal vestidos y tenemos miedo de que nos traten igual los demás.
Yo pregunto, si nos ocupáramos más de su interior, poniendo más atención a sus sentimientos y a su manera de pensar, evitando los “hoyos en el alma”, ¿no resultaría, que con el tiempo, ellos se ocuparan más de su exterior y evitaran los “hoyos en la ropa”?
Es normal que estemos alertas. El problema es cuando prejuzgamos y hasta condenamos  solo por las apariencias. Yo pienso que debemos andar con cuidado pues si a dichos populares nos vamos, también existe otro que dice “Las apariencias engañan”.


¿No lo crees?

9 comentarios:

Angelo dijo...

He puesto un video en el que tu blog forma parte. Gracias

eligelavida dijo...

Es verdad que las apariencias engañan, sobre todo en el caso de la gente joven que, a veces, sólo está buscando su estilo. Pero, aunque ‘el hábito no hace al monje’, ni ‘la barba hace al filósofo’, que duda cabe que somos un poco como nos presentamos ante los demás: descuidados, ordenados, dejados, pudorosos, etc. Don quijote le decía a Sancho: “Sancho, vístete bien, y recuerda que un palo bien vestido, no parece palo”. Un saludo, Tere.

Guerrera de la LUZ dijo...

Hola wapa!!

Lo primero muchísimas gracias por tus visitas, no he venido hasta ahora por falta de tiempo, pero aquí estoy! Me alegro muchísimo de que te unas a esta red de amigos y de gente extraordinaria, ya ves que somos como una familia, así que bienvenidísima!!

Me gusta mucho tu blog, nos seguiremos leyendo.

Respecto a lo que comentas, dejando aparte los escándalos de la falta de ropa, que hay días en los que más te hubiera valido quedarte en tu casa para no ver según qué cosas, pues que cada uno se vista como le guste y le apetezca. Los adolescentes, como dice Eli, están buscando su estilo, yo también me ponía cada cosa ... (y aún a veces)

Un abrazo Tere. (celebras tu santo con Santa Teresita de Lisieux el día 1 o el 15 de octubre con Santa Teresa de Jesús?)

Unknown dijo...

¡Ah qué mi tatarabuelo! (le digo tatarabuelo a Miguel de Cervantes porque mi madre se apellida Saavedra. Sin duda que llevaba algo de razón. Estaremos de acuerdo en que para ir bien vestido no se necesita ropa de marca y el estar limpio y mostrar buena educación debería ser suficiente para nosotros. Creo que es necesario aprender a ver más allá de las ropas, pues no sabemos lo que realmente hay dentro del corazón de las personas y tampoco sabemos cuáles son las circunstancias que lo hacen vestir así. Y como dirían algunos "En estos tiempos, con que vayan vestidos, me conformo". Ja, ja, ja. Gracias por comentar. Nos seguimos leyendo.

Unknown dijo...

Mi querida Guerrera: las gracias son recíprocas por darte una vuelta por mi blog.
Eso es precisamente lo que pienso, los jovenes de hoy parece que tardan más o luchan más por encontrar su estilo y creo que nos toca a nosotros comprender eso. Por eso siento que debemos interesarnos más por sus ideas, por su interior, por su educación, que por las ropas. Yo también pasé por esa etapa, y tal como dices tú, de repente todavía voy contra la corriente y no me visto como "una señora decente" (como diría mi abuelita), sino de jeans y playeras la mayor parte del tiempo.
Un saludo mexicanísimo.

MiriamL dijo...

Hola Tere, desde que vi tu blog quería visitarlo pero hasta ahora pude hacerlo.
Comentando sobre el tema que publicas, estoy de acuerdo contigo, sé que el hábito no hace al monje, y que cada uno de nosotros tiene la libertad de vestir como mejor le parezca.
Sin embargo, hay algunas reglas que no debemos dejar pasar por alto, son herramientas para nuestro diario vivir. Esta bien si tú quieres vestir cómoda cada día, pero la presentación de una persona también demuestra el respeto hacia quienes requieren de sus servicios y cómo dicen la primera impresión te dice mucho del carácter de una persona.
Me gusta una frase que dice un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar, me parece que aplica correctamente en el vestir; depende de tu actividad la elección de ropa que desees usar.
Saluditos, Miriam

Marta Salazar dijo...

toda la razón!

a mí me encanta vestirme así y muchas veces ando con los jeans rotos :)

un saludo!

Marta Salazar dijo...

perdón, pero cómo que "los jovenes de hoy parece que tardan más o luchan más por encontrar su estilo",

la moda de hoy es la de los '60!

eso me parece preocupante, porque significa que los chicos de hoy no tienen un estilo propio, sino que recurren al de sus abuelos!

bye!

Unknown dijo...

Hola Miriam, muchísimas gracias por darte una vuelta por acá. Entiendo perfectamente lo que dices. De hecho, quiero suponer que estos dos servidores públicos de los que hablo en Canadá, habrán ido vestidos de otra manera a su entrevista de trabajo.
Entiendo también que para ir a una boda, graduación, cena de gala, no llevas el mismo vestuario que al concierto de rock o a una fiesta infantil. Eso lo tengo muy claro.
Pero también entiendo que eso no me da derecho a dudar de la capacidad o integridad de una persona sólo porque esa persona no entienda lo mismo que yo.
Por ejemplo los maestros. Yo fui maestra, y muchas veces se me ocurrió ir de mezclilla a dar mi clase. Pero tal parece que en las universidades siempre hay un maestro que llega de mezclilla, descuidado, con camisa arrugada, medio despeinado etc. y resulta ser todo un erudito en su rama. ¿debemos rechazarlo solo por su vestimenta?
Hacia ahí iba encaminado mi tema. Hacia las mamás de esos chicos educados, estudiosos, amables, etc. a los que simplemente les gusta llevar los pantalones con agujeros.
Claro, mis hijas son pequeñas y todavía no tengo esos problemas. Ya les platicaré cuando vayan creciendo y decidan ir adoptando la moda que les toque. Ja, ja, ja.