lunes, 17 de mayo de 2010

17. Dejadme a María: el escapulario

El día 16 de julio de 1251 se apareció la Virgen a San Simón Stock, superior General de las Carmelitas, y prometió unas gracias y cuidados especiales para aquellos que llevaran el escapulario del Carmen.
El escapulario es una pequeña imagen de la Virgen del Carmen en tela (puede ser también una medalla) para colgarse al cuello.
Santa María quiere que llevemos una imagen suya en el pecho. Y como llevar el escapulario puesto significa que se le ama y que se quiere la compañía y protección de María, la Virgen prometió a quienes viviesen y muriesen con el escapulario que Ella se encargaría de conseguirles la ayuda para obtener la perseverancia final; es decir, una ayuda particular para que, quienes no estén en gracia, se arrepientan en los últimos momentos de su vida. Y además prometió que Ella se encargaría de que saliese del purgatorio al sábado siguiente a la muerte.
Es lógico: si nosotros no le dejamos, ella no nos dejará.
Cuentan que cuando fue elegido Papa León XI, mientras le revestían con los hábitos papales, le quisieron quitar el escapulario que llevaba entre la ropa. El Papa dijo a los que le ayudaban: "Dejadme a María, para que María no me deje"
Madre mía, llevaré siempre el escapulario. No te dejaré, y Tú no me dejes en ningún momento.

¡OH SEÑORA MÍA, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi amor de hijo te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre buena, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén

http://webcatolicodejavier.org/mayomaria.html

AUXILIO DE LOS CRISTIANOS

2 comentarios:

Militos dijo...

Siempre tuve una gran devoción al Escapulario del Carmen, cuando nació mi última hija, llevamos a los diez a una iglesia de Carmelitas para que se lo impusieran a todos y fue una gran alegría.
ya que estás con las Letanías te recuerdo que te tengo metida en la de Puerta del Cielo que tú elegiste y siempre te encomiendo en ella, a ti y a tu familia.
Un beso, Tere.

Unknown dijo...

Militos, no tienes idea de la manera en que te agradezco que te acuerdes de esa petición que hice en su momento.
Hay veces en que ni yo misma me acuerdo de la ayuda que pido a los amigos en los momentos de adversidad espiritual y me sorprendo cuando me entero que ellos -ustedes- sí lo hacen. Debe ser por las oraciones como las tuyas que mi ansiedad y mi tristeza van cediendo terreno. Aunque la preocupación parece que se ha instalado para no mudarse más, en algún momento encontraré la fórmula para echarla fuera.
Muchísimas gracias.