Estamos iniciando el peor periodo que nos puede pasar cada vez que se acerca el tiempo electoral: el período de las campañas.
Es totalmente un bombardeo continuo lo que tenemos que soportar, ya ni siquiera se limita a la televisión abierta, sino a la tv de paga también. Si ya de por sí el tiempo de las pausas comerciales se ha venido extendiendo de 2 minutos que duraba antes a 3 o 3 y medio, ahora el 70% de ese tiempo lo van a utilizar para decirnos "las maravillas" que van a hacer los candidatos cuando se conviertan en el presidente de México. Y nosotros de tarugos, le creeremos al que mejor nos caiga y se nos haga más simpático (o menos malo) y ni siquiera nos pondremos a pensar que la mayoría de los presidentes (si no es que todos) en cuanto pueden se escudan en que los diputados o senadores no los dejan cumplir con sus promesas pues todos detienen sus proyectos en las cámaras.
A partir de este día, tendremos el pan nuestro de cada día durante tres meses continuos en la televisión, radio, prensa, redes sociales, en las calles y avenidas, etc. Millones y millones de papeles rodando por las calles, miles de galones de pintura "decorando" nuestras bardas de promesas que no se tienen la menor intención de cumplir. Y toneladas de "ayudas desinteresadas" que llegarán a los más pobres sin ningún ánimo de proselitismo, sino con toda la intención de ayudar ¿? (nótese la ironía).
Decenas de horas de tiempo aire de televisión para escuchar, promesas irrisorias, desacreditaciones, pleitos de vecindad, lloriqueos de quienes no se aguantan, debates sin fondo ni forma, etc., etc., etc.
Decenas de horas de tiempo aire de televisión para escuchar, promesas irrisorias, desacreditaciones, pleitos de vecindad, lloriqueos de quienes no se aguantan, debates sin fondo ni forma, etc., etc., etc.
Que Dios nos ayude, nos proteja y nos de la capacidad para saber discernir nuestra elección, porque no se auguran tiempos esperanzadores para mi hermoso y querido país.
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