viernes, 23 de marzo de 2012

AYUNO

Es frecuente escuchar que el ayuno ha perdido su sentido. Que las comidas de "vigilia" son mas caras. Que uno puede "hartarse" de mariscos "cumpliendo con la ley. Que el abstenerse de carne no supone un sacrificio.
Son razones capciosas. Pero tiene un fundamento en una errónea interpretación de lo que significa la penitencia cristiana. No se trata de una mortificación, una renuncia o un sacrificio puramente ascético.
No, el ayuno cristiano es una manifestación de una actitud interior de seguimiento de Cristo, de continua conversión, de libertad en el espíritu para no estar apegado a los bienes materiales.
Por otra parte, muchos católicos olvidamos que el Concilio pidió "que la penitencia cuaresmal no sea solo interna e individual, sino externa y social". El ayuno que Dios quiere es que acabes con la injusticia y compartas el pan con el hambriento.

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