domingo, 5 de diciembre de 2010

LOS NIÑOS Y LA TV (SEGUNDA PARTE)

VIOLENCIA Y SEXO EN LA TV, AL ALCANCE DE LOS NIÑOS
Existen dos posiciones en relación con el efecto de las escenas con temas sexuales y de violencia. Algunos sostienen que las escenas violentas constituyen un medio inofensivo de disipar la propia violencia del niño. Yo les pediría a los que dicen esto, que visiten con frecuencia las zonas de juegos de las cadenas de restaurantes del país que gusten, para que observen si en realidad “se disipa la propia violencia del niño”. Sostienen además, que las escenas con contenido sexual carecen de relevancia para los niños, por lo que no las absorben. Pero los estudios realizados acerca de la sexualidad infantil han demostrado que las escenas sexuales interesan y excitan hasta a niños pequeños.
La mayor parte de las investigaciones han demostrado que los niños manifiestan más agresividad después de mirar programas violentos. Los niños son imitadores.  Ven que tanto los buenos como los malos, resuelven sus problemas a golpes y no con argumentos racionales.  La violencia es popular y produce resultados.  La televisión tiende a hacer perder la sensibilidad del que mira, porque no hay nada que pueda hacer para cambiar las situaciones adversas o aflictivas que se presentan, ya sean reales o imaginarias; después de todo, la realidad de la televisión es muy parecida a la ficción. ¿Muere realmente la gente en televisión, o bien vuelve a levantarse una vez filmada la escena?
Los miembros de una misma familia que miran televisión juntos tienen muy poco contacto visual unos con otros. El televisor mantiene el control. Por mucho que nos quieran vender la idea de que la televisión une a la familia, la realidad es que, si vas a ver un programa X, tienes que poner atención para poder entender la historia. Aquí vemos sólo un programa en familia, todos juntos; sin embargo, cuando la menor de mis hijas se aburre y comienza a moverse o a hablar, todos los demás le decimos que guarde silencio porque no nos deja entender lo que vemos en la tele. Y eso que sólo vemos un programa, ¿qué pasaría si nos la pasáramos todo el día frente al televisor?
¿Ejercen efecto los anuncios comerciales sobre sus hijos? Se enterará de eso cuando observe sus reacciones la próxima vez que los lleve al supermercado. Esos anuncios presentados en los programas infantiles tiene el propósito de convertir a sus hijos en consumidores. Su mensaje es que las cosas proporcionan felicidad. Mientras vivímos en Canadá, las reglas del país impoiden que en los canales infantiles, durante los programas para preescolares se transmitan comerciales. Así que de manera regular, se transmite todo el programa de corrido sin ninguna interrupción. Pero cuando llegamos aquí, las cosas son diferentes desde el primer dia. Sin importar que el programa infantil se esté transmitiendo en la televisión privada (el sistema de cable, como lo conocemos regularmente), meten comerciales cada 10 minutos. Y si es en época navideña, como la que ya se avecina, es tantito peor, los chicos son bombardeados literalmente con anuncios comerciales de ropa, películas en DVD, muñecos, juguetes, comida, y hasta artículos como celulares, ipods, computadoras, etc. Y el autor tiene razón cuando dice que en el supermercado es cuando nos damos cuenta qué tanto influye un comercial en nuestros hijos. Mi hija mayor me repetía de corrido y sin interrupciones un comercial sobre algún producto alimenticio que ahora no recuerdo, pero lo nos dejaba admirados de ver de qué manera se lo había aprendido y te lo decía como si la hubieran contratado para publicitarlo.
LO QUE HAY QUE APUNTAR
-          No es para menores de 4 años.
-          Limite el tiempo que miran televisión.
-          Que no miren lo que usted no quisiera que recuerden.
-          Mire con su hijo y explique lo que sea necesario.
-          No acepte el argumento de “Los demás niños lo miran”.
-          Provea actividades para reemplazar la televisión.
-          Tenga cuidado con lo que usted mismo mira en televisión.

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