Una de esas novelas que jamás hubiera leído si no hubiera venido recomendada por una gran amiga como lo es +ANDREA PALAVECINO , se llama DIARIO DE UN ZOMBI del autor Sergi Llauger.
Y hoy he recordado al personaje principal porque dentro del reto de lectura me ha tocado hablar de un "personaje no muerto".
La realidad es que este es uno de los personajes más entrañables que me ha tocado conocer. Erico Lombardo es un zombi "especial", uno que te roba el corazón cuando comienzas a ver la lucha que hay dentro de él por no seguir esos "instintos" propios de su especie :) y por si fuera poco, tiene en sus manos, la posibilidad de salvar al mundo de una "zombificación" general :D
Pero qué mejor que sea el propio Erico el que se presente.
Permitid que me presente. Me llamo Erico Lombardo y soy de Verona, una bonita ciudad a la sombra de Venecia [...][...] Permaneced atentos, porque lo que hoy voy a contaros es algo mucho más interesante para vuestras mentes y enriquecedor para vuestras almas: ni más ni menos que la trayectoria de mi variada, vertiginosa y, a menudo, poco gratificante vida.[...]Tengo 23 años. Y en cuanto a mis aficiones, os diré que me apasiona la lectura, viajar por el mundo en busca de aventuras y el deporte; el atletismo, básicamente.[...]A pesar de ser un muchacho más bien alegre, siempre me ha gustado cierto grado de soledad… Bueno, no siempre; digamos que desde que todo cambió, mis valores también lo hicieron. Últimamente, esa soledad me afecta de una forma distinta; empiezo a tener pensamientos que se repiten más de lo deseado, como ¿qué está bien? o ¿qué está mal? Atisbos de razonamiento ilógico que no tendrían que estar ahí. Yo cumplo un papel en el nuevo ecosistema y no debería ser éste, por Dios que no debería. Y hablando de Dios: si pudiera, le preguntaría por qué he de ser yo, de entre mis numerosos homólogos, el diferente.[...][...] Pues yo os digo que, a lo largo de esta especie de fábula que haré esfuerzos por relatar, comprenderéis que no todo es blanco o negro: también existen los molestos grises.Por cierto —y antes de que se me olvide—, soy un zombi.¡Tachán! ¿Sorprendidos? Parece increíble, ¿eh?
[...]De todas formas, no os preocupéis por mí. Lo llevo bastante bien. Ya me he acostumbrado a mis catorce grados de temperatura corporal —os aseguro que cuando se es consciente de ello, resulta muy molesto—. Por lo demás, voy arrastrándome satisfactoriamente.Así que todo va viento en popa, vamos.Sólo hay un pequeño problemilla, y es que yo soy un zombi, vosotros sois humanos… y empiezo a tener hambre.
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